Los alumnos de 1º de primaria hemos trabajado el contenido de la
alimentación, a través de una paleta de Inteligencias Múltiples. Durante unas
semanas hemos realizado actividades lúdicas, activas y divertidas, con las que
hemos aprendido todo lo relacionado con la alimentación.
Dentro de una paleta de IIMM, se trabajan ocho inteligencias y con
cada una de ellas hemos realizado una actividad diferente.
Comenzamos con
una lluvia de ideas, para saber que conocimientos teníamos de la alimentación y
a partir de ahí realizar el resto de las actividades.
La siguiente
actividad fue la observación de la pirámide alimenticia para saber qué tipos de
alimentos debemos tomar cada día (leche, cereales, fruta, verdura,…) y cuáles
de los que no podemos abusar (chuches, embutidos,…)
Con estas dos
actividades trabajamos la inteligencia lingüística.
Partiendo de
la pirámide alimenticia, nuestras profes nos pidieron que, por equipos,
elaborásemos un menú diario. En esta actividad trabajamos la inteligencia visual-espacial,
que es la que está relacionada con el dibujo.
Continuamos
elaborando una historia en la que tenían que aparecer los alimentos que
habíamos elaborado para nuestro menú. En esta actividad trabajamos la
inteligencia lingüística.
Seguimos
resolviendo problemas, viendo cuántos pasillos teníamos que recorrer en el
supermercado para hacer la compra mensual, cuántas naranjas necesitaba un amigo
para hacer una naranjada y cuántos productos habían comprado las profes para
celebrar su fiesta de cumpleaños. Además tuvimos que descifrar un mensaje
secreto sobre lo que llevábamos aprendido hasta ahora. En esta actividad
trabajamos la inteligencia lógico-matemática.
Nos embarcamos
en una nueva actividad, en la que aprendimos el origen de los alimentos, visualizando
un vídeo y después haciendo un juego que nos habían preparado las profes. Fue
genial, porque todos lo acertábamos. En esta actividad trabajamos la
inteligencia naturalista, además de la inteligencia inter e intrapersonal, ya
que primero pensábamos de manera individual y después respondíamos como equipo,
teniendo en cuenta todas las opiniones de nuestros compañeros, dialogando y
decidiendo cuál era la respuesta correcta.
Y…. Llegó lo
más divertido. Las profes nos entregaron la letra de una canción, que ellas
mismas se habían inventado, y en grupo tuvimos que ponerle la melodía,
estudiárnosla y elaborar una coreografía que luego tuvimos que representar en
la clase. En esta actividad trabajamos la inteligencia musical y la
cinética-corporal.
Han sido unas semanas de trabajo divertidas y emocionantes, porque no
sabíamos lo que nos esperaba el próximo día. Además de aprender nos hemos divertido mucho.
¡Nos volveremos a ver muy pronto!